Flor del Chot

Por: Abraham Diaz Cieza.

En la serranía del Perú profundo Chota, La Tierra de Akunta, brotan miles de flores, pero solo una es La Flor del Chot. El sol rasgó las sombras entre el Wayrak y el Iroz.  El gran día de nuestra Niña Chota llegó. Las pampas regalan el verdor a los ojos de las más bellas mujeres, profundos como lagunas de la puna, reflejan la sabiduría de los taytas, y su sonrisa franca, ilumina los rincones más oscuros del alma.

Cuando las reinas pasan por las calles, los corazones se estremecen recordando a los antepasados tras de los maychilejos. ¡Ya bajan por el San Juan, las Hijas del Chot! En sus canastas desparraman luchas y lágrimas, del pan que agoniza en la mesa de los campesinos. 

Estas bellas chotanas son flores de retama que crecen en medio de rocas y zarzas, dobladas por el viento, viven de pie; siendo alegría en el surco y en su gañan que ronda rondero.

Entre bandas de quenas, llegan a San Juanpampa, a orillas del Río Chotano, lugar de tantos recuerdos; las gargantillas cuentan historias del ayer en el hoy, en los anillos de plata duerme la bravura, la rueca sigue torciendo el dolor del campesino, el tortero de la vida gira y gira, las chinas con su encanto parla que parla.

Son un ramillete de flores, traídas del jardín de los ronderos, que aguardan la belleza y la justica de tras de una binza y la palabra.  

Al subir al escenario todo se trasforma, solo ellas saben de la magia de ese instante y su recuerdo eterno en los corazones. Se encomiendan a Dios y a los ancestros, el público estalla emocionado. Los sombreros de palma atrapan los vientos que claman justicia para los más pobres.

Que lejos quedan los yaravíes de las llamas abrazadoras de los huaynos! En el contonear de sus caderas un huayno suspira, sus pies se mueven con la suavidad del viento, y sus sonrisas son el coqueteo ancestral que invita a la magia, a la pasión de los corazones que laten al ritmo de la Pachamama. Y en cada roce, en cada coqueteo, destila aroma de lima que embriaga de la dulzura de su esencia de la mujer andina. 

No es solo la elección de la más hermosa, sino de aquella que conjuga en su ser la gracia y la inteligencia, aquella que sabe, que entiende, que ama, que baila y que enamora. Es la expresión de la belleza en su totalidad, una expresión plena de su ser de la mujer andina, aquella que combina el resplandor de su porte con la sabiduría de su mirada.

Están son las Hijas del Chot, mujer de la sierra y la tierra, encarnación misma de la belleza que trasciende, la inteligencia que ilumina y el corazón que late con la fuerza de la tierra de Akunta. En su presencia quedas hechizado, y en su mirada brilla la esperanza de un Perú que continúa soñando, que sigue creciendo con la firmeza, el canto, valor y la gracia de sus mujeres; ya lo expresaba el Cantor de Chota, Anaximandro Vega Manteola “Lo que te da carácter Chota mía, son tus hombres eficaces como tiros de fusil y tus mujeres ágiles con ternura de torcaz”